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La osteoporosis: Cuando los huesos se vuelven como galletas

| lunes, 3 de octubre de 2011
 
La osteoporosis es una enfermedad del metabolismo óseo caracterizada por una masa ósea baja y el deterioro de la estructura interna del hueso que lo hace frágil y "poroso".
El hueso osteoporótico es más débil que el normal y tiene mas probabilidades de sufrir fracturas con pequeños golpes o con movimientos bruscos, al agacharse, bajar de un carro o levantar un pequeño objeto o puede llegar a no soportar el propio peso del cuerpo.
Las fracturas pueden ocurrir en cualquier hueso, aunque son más comunes en las muñecas, las caderas y la columna. La osteoporosis puede no dar ningún síntoma ni presentar ningún signo, sólo cuando ocurren fracturas se hace evidente la enfermedad. Es entonces cuando aparece el dolor, la deformación, la disminución de la estatura con el encorvamiento de la espalda por fracturas vertebrales (la "joroba").
Estas fracturas pueden llevar a la invalidez o a limitar la movilización, lo que representa un potencial peligro de muerte para el enfermo, por las complicaciones de la inmovilización.
¿CÓMO SE PRODUCE?
El tejido óseo no es un tejido estático invariable sino un tejido vivo y continuamente cambiante a lo largo de la vida.
La cantidad máxima de tejido óseo que alcanza una persona se consigue aproximadamente a los 30 años tanto en el hombre como en la mujer y está influido por factores genéticos y ambientales (la nutrición y el ejercicio adecuados).
Después de los 30 años la masa ósea se va reduciendo gradualmente. En las mujeres hay una fase acelerada de pérdida de hueso debida a la disminución de los niveles de estrógenos, que comienza varios años antes de la aparición de la menopausia y continúa aproximadamente durante cinco años. Después de esta fase, la pérdida de hueso continúa en un descenso lento a lo largo de toda la vida que le queda a la mujer.

Esto significa que la prevención de la osteoporosis comienza en la niñez, sigue en la adolescencia y debe seguir durante toda la vida adulta y continuar en la tercera edad.
Entre los factores de riesgo se encuentra: la edad, familiares cercanos con osteoporosis, sexo femenino, menopausia temprana, enfermedades o medicamentos que disminuyen la masa ósea, menopausia por retirada quirúrgica de los ovarios.
También la vida sedentaria (el ejercicio es muy importante para los huesos), inactividad prolongada (por enfermedad, cirugía o invalidez), baja ingesta de calcio a lo largo de la vida, tabaquismo, abuso del alcohol, abuso del café y bebidas gaseosas,
deficiencia de vitamina D (poca exposición al sol) y delgadez extrema (las anoréxicas y las bulímicas).
Cómo prevenirla
Desarrollar un esqueleto fuerte consiguiendo la mayor cantidad de tejido óseo que podamos antes de los 30 años, ingesta de calcio y un suficiente aporte de Vitamina D (fundamental para la formación del hueso). Dieta equilibrada, sin exceso de proteínas, sin exceso de sal, sin cafeína y rica en calcio.

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